Los problemas del Real Zaragoza continuaron cuando se enfrentó al Leganés en un partido crucial que terminó en derrota. La combinación de actuaciones mediocres y falta de calidad afectó al equipo durante todo el partido. A pesar de los recientes esfuerzos del técnico Fran Escribá por subsanar sus carencias, todo se desmoronó en Butarque. Este choque prenavideño de pesadilla dejó al Zaragoza perdiendo a 4 puntos y a 7 puntos casi inalcanzables de una plaza de playoff. El partido expuso una serie de problemas, incluida una mala toma de decisiones, fallos defensivos y una lesión crítica de uno de sus jugadores clave.
Un comienzo frío con imprecisiones
El partido comenzó desfavorablemente, con ambos equipos luchando por encontrar su ritmo debido al frío. Los primeros compases se caracterizaron por una serie de errores, creando un ambiente caótico e inconexo en el campo. Las vulnerabilidades del Real Zaragoza en el lado derecho de su defensa fueron rápidamente aprovechadas por el Leganés, lo que provocó desafíos tácticos y una falta de cooperación, particularmente por parte de Eugeni, que parecía desincronizado.
El brillante comienzo y el error defensivo del Zaragoza
Pese al caos inicial, el Real Zaragoza se adelantó gracias a un error defensivo del Leganés. Giuliano aprovechó el error de Jorge Sáenz y superó al central local para crear una oportunidad. Si bien su primer intento no tuvo éxito, Giuliano encontró el fondo de la red en el segundo intento, dándole al Zaragoza una ventaja que luchó por mantener durante todo el partido.
La lesión de Bermejo y la remontada del Leganés
La alegría del Real Zaragoza duró poco, ya que la lesión de Bermejo, uno de sus jugadores más creativos y dinámicos, trastocó su ritmo. Su ausencia dejó un notable vacío que permitió al Leganés tomar el control y empujar hacia adelante, principalmente por su banda derecha. Este cambio de impulso dio como resultado que Leganés empatara poco después de la media hora. Un pase mal manejado de Eugeni y su vacilación a la hora de afrontar a Arnaiz propiciaron el envío de Cissé y el gol de Juan Muñoz, que igualó el marcador.
La vulnerabilidad y debilidad de Zaragoza
Al Real Zaragoza le costó recuperarse del revés, sólo Francho mantuvo la compostura mientras el resto del equipo flaqueaba ante la presión del Leganés. Las vulnerabilidades del equipo quedaron expuestas ya que no lograron mantener su estructura, y Rebollo realizó paradas cruciales para mantenerlos en el juego. Los jugadores del Zaragoza parecían fatigados, lo que indicaba la necesidad de descansar.
Resurgimiento de la segunda mitad y ajustes tácticos
La segunda parte vio a un Real Zaragoza revitalizado, aprovechando el descanso. Sin embargo, la decisión de Escribá de colocar a Eugeni en la izquierda generó preocupación. Fede Vico puso a prueba a Rebollo y la toma de decisiones de Giuliano le decepcionó en un contraataque. Franco intentó disparar, pero le faltó la potencia necesaria para inquietar al portero del Leganés.
Controversia de desventajas numéricas y sanciones
Los problemas del Real Zaragoza se intensificaron cuando se quedó con diez hombres. Una decisión cuestionable de Eugeni, que no logró despejar el balón cuando su compañero estaba lesionado, desembocó en un contraataque. Arnáiz cayó en el área tras sentir un ligero toque de Francés, lo que provocó penalti. Francés, ya amonestado, recibió una segunda tarjeta amarilla por sus protestas, dejando al Zaragoza con diez jugadores. Muñoz convirtió el penalti.
Frustración e intentos fallidos
Escribá hizo cambios audaces, incluidos Quinteros y Molina, pero el Zaragoza tuvo dificultades para crear oportunidades. El equipo no pudo aprovechar la presencia de Gueye en el área y no logró realizar centros precisos. El Leganés se centró en perder el tiempo y perturbar el juego del Zaragoza y finalmente selló la victoria. La mala toma de decisiones del Real Zaragoza y una serie de errores les dejaron con reminiscencias de sus luchas recientes, lo que la convirtió en una noche decepcionante para el equipo.
Conclusión
La derrota del Real Zaragoza contra Leganés puso de relieve sus desafíos actuales, incluidos fallos defensivos, falta de cooperación y una lesión crítica de un jugador clave. A pesar de las promesas iniciales, no pudieron mantener su ventaja y sucumbieron a una desventaja numérica. El equipo afronta una ardua batalla para mejorar su rendimiento y ascender en la clasificación liguera.