El reinado del Real Zaragoza como líder solitario se vio afectado después de una actuación mediocre que le vio perder ante el Racing de Ferrol en un enfrentamiento gallego. A pesar de su racha invicta hasta ahora, fueron derrotados por el recién ascendido Ferrol, con Álvaro Giménez anotando el gol decisivo al comienzo de la segunda parte. Esta derrota puso de relieve la incapacidad del Zaragoza para remontar tras encajar un gol, una señal preocupante para el equipo.
La estrategia defensiva de Fran Escribá
Fran Escribá adoptó una estrategia conservadora, realizando cinco cambios en el once inicial con el objetivo de reforzar la defensa del equipo. Sin embargo, este enfoque no dio los resultados deseados y el equipo sufrió una derrota. El aspecto más desalentador de la derrota fue la incapacidad del equipo para montar una respuesta después de quedarse atrás, incluso con mucho tiempo restante en el juego.
Primera mitad mediocre
La primera mitad del partido se caracterizó por un fútbol de baja calidad, con ambos equipos luchando por crear oportunidades significativas. El equipo local adoptó un enfoque cauteloso, enfatizando los contraataques y la estabilidad defensiva, mientras que el Zaragoza parecía poco inspirado. El juego del equipo aragonés carecía de intensidad, presentaba una circulación lenta del balón y en muchas ocasiones era predecible. A pesar de los numerosos cambios en la alineación de Escribá, los primeros 45 minutos no mostraron ninguna mejora significativa.
Una prolongada falta de acción
Los primeros 23 minutos del partido transcurrieron sin incidencias destacables. Fue una época marcada por la inercia y la falta de chispa ofensiva. Ambos equipos parecían reacios a enfrentarse y la ausencia de combatividad en la contienda era notoria. La ausencia de una clara amenaza ofensiva provocó una primera parte estéril en cuanto a oportunidades de gol.
Dominio de Ferrol
El Racing de Ferrol se fue poniendo cada vez más cómodo a medida que avanzaba el partido, aprovechando la incapacidad del Zaragoza para romper sus líneas defensivas. El conjunto gallego vio cómo el Zaragoza, considerado un rival formidable, luchaba por hacer avanzar el balón hasta su zona de peligro. El equipo aragonés no pudo generar una amenaza ofensiva significativa, y jugadores clave como Bakis, Azón, Vermilion, Valera y Delmás no lograron causar impacto. La pareja de centrocampistas formada por Moya y Grau se mostró indecisa y carente de audacia en el manejo del balón. Los laterales tuvieron dificultades para contribuir al esfuerzo ofensivo del equipo, e incluso Gámez, situado en la banda derecha, experimentó dificultades en ataque. El Racing de Ferrol apuntó a este lado, viéndolo como una debilidad potencial en la por lo demás sólida defensa del Zaragoza.
Eventos notables y oportunidades perdidas
Francés protagonizó uno de los pocos momentos destacables de la primera parte cuando falló por poco una oportunidad de cabeza tras un tiro libre lanzado por Moyá en el minuto 23. La estrategia del Zaragoza giró principalmente en jugadas a balón parado, ya que su juego combinado no resultó efectivo. Sin embargo, estas jugadas a balón parado fueron incidentes aislados y el equipo no logró representar una amenaza continua. En el minuto 35, Carlos Vicente intentó una volea desde fuera del área tras un córner, pero el portero del Zaragoza, Cristian Álvarez, realizó una parada milagrosa para evitar el gol de Ferrol.
Demasiado poco y demasiado tarde
El final de la primera parte vio una ligera mejoría en el juego del Zaragoza, con un disparo de Valera y un centro de Gámez, pero no fue suficiente para despertar al equipo. Desafortunadamente, los esfuerzos del equipo llegaron tarde en la primera mitad y no pudieron romper el punto muerto.
Conclusión
La racha invicta del Real Zaragoza llegó a su fin con una decepcionante actuación ante el Racing de Ferrol. El equipo luchó por crear oportunidades significativas y no supo responder después de conceder un gol tempranero. Fue una actuación mediocre de un equipo que había estado liderando la liga y puso de relieve su incapacidad para remontar. Zaragoza necesitará reagruparse y encontrar la manera de recuperarse en sus próximos partidos.