El Real Madrid aseguró su puesto en la segunda ronda de la Liga de Campeones a falta de dos jornadas tras un convincente triunfo por 3-0 ante el Braga portugués. Brahim Díaz tomó protagonismo en este encuentro, teniendo una gran incidencia en el once inicial de Carlo Ancelotti.
La actuación estelar de Brahim Díaz:
El malagueño Brahim Díaz no sólo abrió el marcador sino que realizó una actuación estelar que dejó una huella imborrable en el partido. Su gol, junto con una exhibición dinámica, mostró su papel crucial en el éxito del Real Madrid esa noche.
Rodrygo y Vinicius brillan:
Rodrygo y Vinicius se sumaron al espectáculo, volviendo a marcar en el Bernabéu. Sus contribuciones solidificaron aún más el dominio del Real Madrid, y ambos jugadores demostraron su capacidad goleadora y mejoraron el talento ofensivo del equipo.
Las hazañas de Lunin:
Un giro de los acontecimientos obligó a Andriy Lunin a entrar al campo inesperadamente debido a la lesión de Kepa. El momento destacado del portero ucraniano llegó al comienzo del partido cuando detuvo un penalti definitivo, negando el penalti a Djaló del Braga. La crucial intervención de Lunin marcó la pauta para la decidida actuación defensiva del Real Madrid.
Desafíos tempranos y respuesta:
En los primeros compases, el Braga demostró su valía en el Bernabéu, planteando retos a un Real Madrid que poco a poco fue cogiendo ritmo. Pese a un gol anulado a Brahim por una falta de Vinicius, el ex del Milan se desquitó con un gol legítimo, aprovechando una jugada bien ejecutada iniciada por Mendy y rematada por Rodrygo.
Dominación de la segunda mitad:
El Real Madrid aceleró en la segunda parte, desmantelando al Braga con ataques implacables. Las eléctricas maniobras ofensivas abrumaron al conjunto portugués, lo que llevó a Vinicius a ampliar la ventaja con un remate clínico. Apenas tres minutos después, Rodrygo demostró su destreza orquestando y concluyendo una jugada de ataque, superando a Matheus con un disparo perfectamente ejecutado.
Dúo brasileño dinámico:
Rodrygo y Vinicius formaron una formidable dupla brasileña que puso de relieve la potencia goleadora del Real Madrid. Su coordinación y habilidad de cara a la portería ejemplificaron la capacidad del equipo para encontrar el fondo de la red, incluso en ausencia de jugadores clave como Bellingham.