En una sorprendente demostración de dominio, la Real Sociedad realizó una actuación magistral contra el Benfica, desmantelando la otrora potencia europea y asegurando su lugar en los octavos de final con una victoria por 1-0. El marcador, aunque indicativo de su superioridad, apenas captó la intensidad de la primera media hora de ataque que dejó al equipo portugués sin aliento.
El resurgimiento del Real:
La Real Sociedad llegó al partido con un punto que demostrar, alimentada por la persistente decepción de su reciente derrota ante el Barcelona. El técnico Imanol enfatizó la necesidad de una búsqueda incesante de la victoria, y sus jugadores respondieron con un nivel de determinación que abrumó al Benfica desde el principio. La resiliencia y el enfoque inquebrantable del equipo prepararon el escenario para una actuación formidable.
Brillantez estratégica:
El planteamiento táctico de Imanol no dejó lugar a medias tintas y la Real Sociedad adoptó una postura agresiva desde el saque inicial. Explotando la débil línea defensiva establecida por el entrenador del Benfica, Roger Schmidt, el Real avanzó implacablemente, creando un caos que culminó con el gol de Merino y el veloz disparo de Oyarzabal.
El mal día del Benfica:
Al elegir un día inoportuno para enfrentarse a una Real Sociedad hambrienta de redención, el Benfica tuvo problemas para encontrar el equilibrio. La ausencia de jugadores clave como Di María y Cabral exacerbó aún más sus problemas, dejándolos desconectados del ritmo del juego e incapaces de responder eficazmente al ataque del Real.
Brillo de la primera mitad:
Los aficionados de la Real Sociedad pasaron más tiempo celebrando de espaldas al campo, un testimonio de la implacable destreza ofensiva del equipo. El increíble recorte de Barrenetxea, creando espacio para un gol anulado, mostró la brillantez de las capacidades ofensivas del Real, dejando al Benfica en el caos.
El intento de remontada del Benfica:
A pesar del intento del Benfica en el entretiempo por reagruparse y estrechar el marcador, la Real Sociedad mantuvo el control. El gol de Rafa Silva, asistido por Otamendi, dio un rayo de esperanza al equipo portugués, pero la defensa organizada del Real y el centro del campo sereno, liderado por Zubimendi, Merino y Brais Méndez, aseguraron que la remontada durara poco.
Incidentes fuera del campo:
El partido se vio empañado por incidentes fuera del campo, con enfrentamientos entre ultras del Benfica y aficionados de la Real Sociedad que acabaron con detenciones. La Ertzaintza informó de la detención de tres personas implicadas en unos altercados en el exterior del estadio, que reflejan la intensidad tanto dentro como fuera del terreno de juego.