Mientras el Real Oviedo se prepara para su choque contra el Alcorcón este domingo, hay mucho en juego en múltiples frentes. El objetivo principal es sumar los tres puntos, recuperándose del trabajado empate ante el Amorebieta. Sin embargo, la misión se extiende más allá del marcador.
Fortificando a Carlos Tartiere:
El Real Oviedo busca transformar a Carlos Tartiere en una fortaleza inexpugnable, aprovechando el impulso de sus dos victorias consecutivas en casa. El apoyo apasionado en su tierra sagrada se está convirtiendo en una fuerza potente que impulsa al equipo hacia adelante.
El impacto de Luis Carrión:
Desde la llegada de Luis Carrión al mando, el Real Oviedo ha adquirido un renovado sentido de determinación y confianza. Las vibraciones positivas que emanan del banquillo azul son palpables y preparan el escenario para un posible punto de inflexión en la temporada.
Resiliencia defensiva:
En la psique colectiva de Oviedo se vislumbra un desafío primordial: mantener la fortaleza defensiva demostrada en las últimas semanas. El Real Oviedo cuenta actualmente con la racha más larga de portería a cero en Segunda División. Su portería se ha mantenido intacta en los pasados enfrentamientos ante Huesca (1-0), Leganés (0-0), Albacete (3-0) y Amorebieta (0-0).
Persiguiendo récords:
Se espera una hazaña notable si el Real Oviedo logra dejar fuera al Alcorcón. Esto les permitiría igualar la asombrosa racha de 449 minutos sin goles lograda con Anquela en la temporada 2017/2018. Tal como están las cosas, el equipo actual se ha mantenido firme durante unos impresionantes 370 minutos. En caso de que Alcorcón se vea frustrado, se establecerá un nuevo punto de referencia.
Las heroicidades del portero Leo Román:
Mucho mérito se lo debemos a la excepcional actuación de Leo Román entre bastidores, que se ha ganado con razón el título temporal de ‘Zamora’ en Segunda División. Su inquebrantable presencia ha contribuido decisivamente a la solidez defensiva del Oviedo.
Récord defensivo formidable:
El Real Oviedo se sitúa actualmente como el segundo equipo más tacaño de la Liga, encajando apenas siete goles al inicio de la temporada. Sólo les supera el Leganés, que ha permitido cinco goles. Esta resiliencia defensiva subraya la determinación de Oviedo de mantenerse firme.