El gol de Erling Haaland, incluido un penal fallado, resultó fundamental para que el Manchester City avanzara a las semifinales de la Liga de Campeones, cumpliendo la visión de Pep Guardiola de agregar una nueva dimensión a su juego. La destreza goleadora de Haaland abrió un capítulo previamente desconocido en el libro de jugadas del City, surgiendo de un pase de John Stones para guiar al equipo inglés a las semifinales. La perspectiva de enfrentarse a los mejores de Europa espera a Guardiola, y se enfrentará a adversarios familiares de la temporada pasada. Es la batalla definitoria de una era a medida que el City se acerca a asegurar el elusivo trofeo de la Liga de Campeones para completar un círculo perfecto en el fútbol inglés.
Un partido extraño
El partido contra el Bayern de Múnich fue peculiar. El City pareció devaluar la posesión, mientras que al Bayern le costó inicialmente penetrar la resuelta defensa inglesa. La agresión y la presión táctica del Bayern alteraron el ritmo del City, señalando un cambio en su actuación obediente y sumisa en el partido de ida. Al comienzo del partido de vuelta, el Bayern mostró un estilo diferente, con Tuchel aparentemente desempeñando su papel en la contienda. En los primeros 10 minutos, Tuchel hizo tres sustituciones (De Ligt, Goretzka y Cancelo) como una señal clara al City de que la dinámica había cambiado.
El impacto limitado de la ciudad
A pesar del comienzo agresivo del Bayern, el City pareció no inmutarse y se vio obligado a ceder la posesión de mala gana. Tras el partido de ida, las estadísticas informáticas revelaron un marcado contraste: el Bayern tenía un 57 por ciento de posesión del balón, frente al 33 por ciento del City. Curé surgió como la amenaza más peligrosa para el Bayern, aunque su remate carecía de precisión. Incluso Haaland, conocido por su capacidad sobrenatural para marcar goles, exhibió un lado humano. Desaprovechó una oportunidad de oro al disparar por encima del larguero en un penalti provocado por un disparo de Gündogan que se desvió en el brazo de Upamecano.
La redención de Haaland
En la segunda parte el City mejoró ligeramente su actuación, teniendo en cuenta que no habían registrado ni un solo disparo a portería antes del penalti fallado por Haaland. Tras un error previo de Haaland, el gol del noruego dio nueva vida al City, estableciendo una ventaja global de 0-4 en la eliminatoria. Fue un gol que desafió el estilo típico del City, un gol que no existía en el libro de jugadas de Guardiola. La jugada surgió de un ataque del Bayern, con Coman rompiendo la defensa inglesa pero encontrando el cuerpo de Ederson. Haaland capitalizó, ganando inicialmente una batalla aérea contra el imponente De Ligt. Luego echó a correr, esperando que su compañero favorito, Kevin De Bruyne, le entregara el pase. Sin embargo, el miedo escénico de Haaland provocó un desastroso desliz de Upamecano, facilitando el gol del City.
Conclusión
Los actos heroicos de Haaland impulsaron al Manchester City a las semifinales de la Liga de Campeones, demostrando la capacidad única del delantero para reescribir el libro de jugadas del City. El equipo de Guardiola se enfrentó a un formidable Bayern de Múnich, pero salió victorioso con un gol que desafió su estilo tradicional. Mientras se preparan para enfrentarse a los mejores de Europa, el City pretende aprovechar la oportunidad de asegurarse el codiciado trofeo de la Liga de Campeones, una pieza faltante en su ilustre historia, mientras se enfrentan a enemigos familiares de la campaña pasada.