La forma excepcional del Real Madrid continúa, con un historial intachable tanto en España como en toda Europa. En un choque decisivo contra el poderoso Zalgiris Kaunas lituano, el equipo local demostró su dominio al asegurar una contundente victoria por 93-79. A pesar del gran esfuerzo de los visitantes, que querían dejar su huella en el WiZink Center, al final se impuso la destreza del Real Madrid.
Campazzo enciende la ofensiva:
La sensación argentina Facundo Campazzo tomó protagonismo y orquestó el proceso desde el principio. Con precisión y delicadeza, inició el ataque ofensivo, indicando a sus compañeros que desataran una andanada de triples. La habilidad de Campazzo quedó ejemplificada cuando convirtió un triple fundamental, marcando la pauta para un primer cuarto electrizante.
Pantalla de puntería:
Los francotiradores del Real Madrid, entre ellos Guerschon Yabusele, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez y Mario Hezonja, se unieron para anotar triples. En una brillante actuación, el equipo de Chus Mateo acertó 8 de sus últimos 10 intentos desde más allá del arco, estableciendo una ventaja de 11 puntos a pesar de la valiente resistencia del Zalgiris.
La remontada del Zálgiris:
Sin inmutarse, el Zálgiris resurgió, aprovechando breves fallos en la defensa del Real Madrid. Con un empujón decidido, redujeron la diferencia a diez puntos en el descanso, mientras Campazzo encabezaba una vez más el resurgimiento madridista.
Tenso tercer cuarto:
El tercer cuarto transcurrió con ambos equipos peleando intensamente. El Real Madrid encontró dificultades en el lado ofensivo, lastimado por las pérdidas de balón. El Zalgiris aprovechó la oportunidad y redujo la diferencia a apenas tres puntos. Sin embargo, una explosión de inspiración de Gabriel Deck, complementada con contribuciones cruciales de Rudy Fernández, devolvió la estabilidad al equipo local.
La autoridad de Llull cierra el trato:
Sergio Llull asumió el control a principios del último cuarto, logrando un parcial decisivo de 5-0. La atmósfera alguna vez tensa cambió a favor del Real Madrid, con la ventaja de 15 puntos convirtiéndose en más que un margen; se convirtió en una seguridad. Con el dúo dinámico formado por Sergio Rodríguez y Vincent Poirier orquestando la ofensiva, el Real Madrid consiguió otra contundente victoria, preservando su condición de invicto.